Los Pasteis de Nata, también conocidos como Pasteles de Belém, son un postre típico de Portugal, y se originaron en el barrio de Belém, en Lisboa. Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando en los alrededores del Monasterio de los Jerónimos, se comenzaron a producir estos pasteles en grandes cantidades.
La receta original fue creada por los monjes del monasterio, quienes utilizaban las yemas de huevo sobrantes de la elaboración de pan para crear los pasteles. La receta fue mantenido en secreto durante años, y sólo en 1837 se vendieron los derechos de producción y venta a un comerciante local, que estableció la famosa pastelería “Pasteis de Belém”, que sigue en funcionamiento hasta el día de hoy.
Los Pasteis de Nata se caracterizan por su crujiente masa hojaldrada y su relleno cremoso, que se hace a partir de yemas de huevo, leche, azúcar y otros ingredientes secretos que se transmiten de generación en generación. Son conocidos en todo el mundo y se han convertido en uno de los símbolos de la gastronomía portuguesa.
Aquí te dejo una receta para preparar pasteis de nata en casa:
Ingredientes:
- 2 láminas de masa hojaldre
- 500 ml de leche entera
- 150 g de azúcar
- 40 g de maicena
- 5 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla
- Canela en polvo al gusto
- Harina y mantequilla para engrasar los moldes
Preparación:
Precalentar el horno a 220°C.
Extender las láminas de masa hojaldre y cortar círculos con un diámetro de 10 cm. Engrasar con mantequilla y harina los moldes de metal para pasteles de nata y colocar la masa hojaldrada en el fondo y laterales de los moldes. Reservar.
En un cazo, calentar la leche junto con la vaina de vainilla abierta a lo largo y la canela en polvo.
En un bol aparte, mezclar las yemas de huevo con el azúcar y la maicena. Agregar la leche caliente a la mezcla poco a poco, mientras se bate con una varilla, para evitar que las yemas se cocinen.
Verter la mezcla en el cazo y llevar a fuego medio-bajo, removiendo constantemente con una varilla, hasta que espese y tenga la consistencia de una crema pastelera. Retirar del fuego.
Rellenar los moldes con la crema pastelera, dejando unos milímetros libres en la parte superior.
Hornear durante 15-20 minutos, hasta que la masa esté dorada y la crema pastelera esté ligeramente tostada.
Sacar del horno, dejar enfriar durante unos minutos y luego desmoldar los pasteles de nata.
Espolvorear con canela en polvo antes de servir.
¡Listo! Ya tienes unos deliciosos pasteis de nata para disfrutar en casa, frescos y recién horneados.
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